Lima, 30 de enero, 2007 
              “La fe es la garantía
                  de los bienes que esperamos… 
  es
                la plena certeza de realidades que no se ven.” 
              Heb. 11:1-2 
                
              Queridas hermanas Ardeth, Carol, and Jackie, 
                          Aquí estamos
                en Lima Perù, 70 participantes en la XII Asamblea de CODALC
                (Confederación de hermanas dominicas de América
                Latina y El Caribe). Representantes de los países Argentina,
                Bolivia, Brazil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Honduras, México,
                Paraguay, Puerto Rico, Perú, Trinidad y Tobago, Venezuela,
                nos hemos reunido para compartir nuestra vida dominicana y fortalecer
                nuestro compromiso con la predicación de la Palabra de
                Dios. 
   . 
                Su testimonio nos ayuda a ser conscientes de nuestra responsabilidad
                de proclamar con convicción nuestra oposición a
                la militarización del mundo. Sus voces han dicho la verdad
                frente a los poderosos y como consecuencia han sufrido cada una
                un tiempo de encarcelación por haber expuesto las armas
                de destrucción masiva de su país.  Les apoyamos
                y hacemos nuestra su convicción de que la militarización
                no soluciona los conflictos que surgen entre los pueblos, en
                la tierra o en el espacio.   Nuestra fe reconoce que “¡otro
                mundo es posible!” 
              Hermanas, sus nombres ya son conocidos en las comunidades dominicas
                en los cinco continentes. Como miembros de su familia dominicana,
                nosotras/os también les enviamos oraciones con gran cariño
                y solidaridad mientras viven bajo la sanción de probación
                y arresto domiciliario. 
              “Sujetos con una nueva conciencia liberarán nuestra
                predicación” es el tema de nuestra asamblea. Sus
                acciones audaces y creativas que son su predicación han
                intensificado nuestra conciencia, y por eso nos han desafiado
                a liberar nuestra propia predicación. Sus esfuerzos recientes
                para pagar la multa de restitución, hacienda una colecta
                de comestibles en bien de los pobres, acompañada por mensajes
                ingeniosos, lograron involucrar a tanta gente en la lucha por
                la paz y un cambio de prioridades.   Su fe les conduce
                y nos conduce hacia una mayor comprensión de esas realidades
                que muchos no pueden ver todavía. 
              ¡Les felicitamos por su perseverancia y por su llamado
                constante al desarme y a respetar la sacralidad de toda la creación! ¡Qué  Dios
                les bendiga! Estamos a su lado en su fe y en su predicación.  
              Con todo afecto en Domingo, Rosa, Juan Macias y Martín. 
            Sus hermanos y hermanas dominicos/as   |